A pesar del frío, en ustedes nunca faltaron las sonrisas cálidas…

La lluvia es como Martha y Toño, llenos de vida y frescura. Estar con ellos es como oler a tierra mojada, es como oler a tiempos felices.

El día de su boda la lluvia se hizo presente, como símbolo de abundancia y de paz, y de todo lo bueno que hay alrededor de ellos.

A Martha la conozco desde los 15 años, a Toño lo conocí unos años después; ha pasado el tiempo suficiente como para saber que están hechos el uno para el otro.

Hacer fotos de boda es para mí una responsabilidad y un honor enormes, si aparte las fotos son de personas súper especiales en mi vida, el significado se eleva a muchas potencias. Es hacer retrospectiva con la fortuna de narrar desde dentro, desde la óptica de una amiga que estuvo ahí conociendo la historia desde el inicio; sabiendo quienes son las personas especiales para ellos, lo que importa para ellos y todo el camino que recorrieron para llegar hasta aquí.

Martha y Toño, me han dado el privilegio de ser su amiga y para mí los amigos son un pilar esencial en la vida, pero aparte de darme estos regalos, me dieron la oportunidad de contar una pequeña parte de su historia y formar para siempre parte de la mía.

Por muchos años más de celebrar su amor y la amistad.